Desde hace tiempo, el oro blanco se ha convertido en uno de los materiales más demandados en el mundo de la joyería. Sin embargo, todavía se sabe poco respecto a este material, sus características y sus beneficios comparado con otros. A continuación, hablaremos del oro blanco y por qué es un excelente material para elegir en anillos.
¿Qué es el oro blanco?
El oro blanco es una aleación, es decir, una fusión de varios metales. Su materia principal es el oro, siendo el otro metal el que le otorga el tono blanco. Para ello, los materiales más usados suelen ser la plata y el paladio, entre otros. Su utilización en el ámbito de la joyería es algo que se viene desarrollando desde hace tiempo para reemplazar al platino, debido a su estética y también a su coste reducido.
Los quilates del oro blanco
Cuando un objeto o pieza tiene oro, el porcentaje con que cuenta de este material se mide en quilates. De esa manera, se conoce la calidad de una determinada pieza debido a esta escala de medición. Es posible encontrar oro blanco de 18 quilates y es lo que suele suceder en la mayor parte de los casos. Cuando es de 18 quilates, esto quiere decir que es un objeto de un 75% oro puro y un 25% de otro material que es el que le otorga el color. También es posible encontrarse con oro blanco de 14 quilates. En este último caso, los porcentajes son: 59% oro puro y el resto de otro material.
Debemos tener en cuenta que el oro blanco no es diferente al resto de las piezas de oro en lo que respecta a las características generales y medidas. La principal diferencia tiene que ver con la aleación que no solamente le otorga ese color tan característico y diferencial, sino que también puede aportarle otras características, en función del metal que se haya elegido para la aleación.
Los colores del oro
Para entender mejor al oro blanco, es importante comprender cómo se conforman los colores del oro. El oro amarillo tradicional se obtiene mezclando el oro puro con cobre y plata. El primero le otorga un matiz rojizo, que se atenúa en contacto con la plata que otorga un matiz más bien verdoso. Otra de las opciones es el oro rosa. Este se obtiene a través de una mezcla de oro con plata fina y cobre, pero en menor cantidad. Y, finalmente, encontramos el codiciado oro blanco, que se logra mezclando oro de 18 quilates con algún otro metal que sea de color blanquecino, como puede ser la plata, el zinc, el manganeso, el platino, entre otros.
Una curiosidad a tener en cuenta es que el oro no se encuentra solamente en los colores anteriormente mencionados. También se lo puede encontrar en verde, en rojo, en azul, en gris e, incluso, en negro. Todo dependerá de los metales con los que el oro en sí mismo se combine, pero las alternativas son muchas.
Anillo de oro blanco y tradición
Ciertamente, el oro es reconocido como el material de excelencia en la joyería. Y, en este ámbito, es el material por excelencia en los anillos, principalmente los anillos de bodas o de pedida. Los históricamente elegidos por los novios a la hora de contraer matrimonio han sido los anillos de oro amarillo. Esto se debe a que existe toda una tradición detrás que avala esta decisión. Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo, han ido surgiendo otras opciones más juveniles, que tienen que ver con la elección de otros materiales como pueden ser la plata o, cada vez más, el oro blanco.
El color y el brillo del oro blanco son excepcionales. Esto genera que sea un material capaz de generar diseños con aires modernos, juveniles y frescos, pero sin por eso perder la elegancia. Las propias características del oro blanco lo convierten en un material capaz de generar anillos sumamente elegantes, pero con una sensación de aire fresco, de novedad. Además, son cada vez más quienes eligen estos anillos, puesto que combinan a la perfección con cualquier vestido de novia – desde los más sencillos para bodas durante el día hasta los más despampanantes para bodas elegantes en la noche – y con cualquier estilo posterior a la boda.
El oro blanco es una alternativa que va ganando protagonismo a medida que el tiempo pasa, especialmente cuando se busca una mezcla entre lo clásico, la tradición, lo moderno y lo personal. Además, hay que tener en cuenta que, por los metales que suelen componer esta aleación, las piezas de oro blanco suelen ser mucho más resistentes en el uso diario que otros materiales. Esto es consecuencia de la resistencia propia de la aleaciones con las que la pieza ha sido generada. También es un excelente material cuando se quiere incluir un diamante u otra piedra preciosa, debido a que su particular color y brillo le permite combinar a la perfección prácticamente con cualquier otra pieza. Además de los anillos de bodas, el oro blanco gana protagonismo para otros tipos de anillos. Es un material cada vez más buscado por su estética, sus características particulares, su resistencia, su durabilidad y su capacidad para combinar con todos los estilos y todos los gustos. ¿Estás buscando anillos de oro blanco? En GRAU contamos con una amplia colección de piezas para ti.