El mundo de la relojería posee una larga historia repleta de hitos. Algunos de estos han marcado un antes y un después. Es el caso de los relojes Cartier, una firma que hoy es la representación viva de la sofisticación, la última tecnología y la elegancia. Se trata de una firma francesa en la que cada pieza tiene una personalidad inimitable.
En esta ocasión, hablamos en particular de dos de los grandes clásicos ya no sólo de la firma sino en general del mundo de la relojería: Cartier Santos y Cartier Tank.
Cartier Santos, una historia que comienza
Como es de esperarse, a comienzos del siglo XX los aviones eran algo muy diferente a como son ahora. Los pilotos no tenían tiempo para mirar el reloj. Para dar una respuesta a esta situación surge el Cartier Santos-Dumont, el primer reloj de pulsera del mundo para hombres, que lleva el nombre de un piloto e ingeniero de origen brasileño. El mismo es considerado como el padre de la aviación desde el momento en que hizo volar, en el año 1906, el 14-Bis, en París.
En ese momento histórico ya existían los relojes pulsera, pero solamente para mujeres. Así, tras un encuentro entre el aviador y Louis Cartier, su amigo, surge una pieza de relojería exclusiva que el piloto podía usar cada vez que volaba. Al poco tiempo los medios de comunicación se hicieron eco de ese invento original al que consideraron como una herramienta para pilotos.
El reloj consistía en una caja plana de oro amarillo con un bisel cuadrado y una correa de piel de becerro en color café. Sus números eran romanos. El modelo nació en 1904, pero comenzó a comercializarse en 1911. Además, se mantuvo con su forma original hasta la década de 1970, que es cuando se comenzaron a ver en el mercado relojes de un estilo más deportivo. Ya hacia 1978 nació el Santos de Cartier, un modelo en el que se reemplazó la correa de cuero por un brazalete integrado y que se fundió en acero inoxidable.
Si bien el Santos de Cartier ha tenido varios rediseños, hoy sigue siendo uno de los relojes de pulsera más solicitados en el mundo dentro de la alta relojería.
Cartier Tank, un hito de la relojería
En el caso de Cartier Tank hablamos de uno de los grandes hitos en el mundo de la alta relojería a nivel global. Es un reloj con un diseño práctico y sencillo en el que se buscó lograr algo equilibrado y perfecto que fuera capaz de durar generaciones. Así se logró uno de los relojes más duraderos y exitosos de todos los tiempos. Este mismo fue diseñado por Louis Cartier, nieto del fundador de la firma, en el año 1917. Se inspiró en la rodadura del tanque Renault FT-17.
Cartier Tank, tras el éxito de Santos, conectó con el mundo militar. Su correa se diseñó en piel y con números romanos, que es algo que se puede ver en la mayor parte de los modelos de la marca. Además, se destaca de esta pieza la corona de zafiro azul. También es importante que Cartier Tank se diferenció de todos los relojes de la época que tenían diseños muy curvilíneos. Saliendo solamente a la venta 6 unidades de este reloj, en 1920 alcanzó una gran popularidad.
Tal fue el crecimiento de su popularidad que en 1921 se creó el Cartier Cintrée, caracterizado por una mayor delgadez y curvatura, por lo que representó un gran cambio para la época y para la firma. Después se fueron diseñando otras versiones en dimensiones y en esferas, pero siempre optando por lanzar los relojes en colecciones de pocas piezas. El Louis Cartier Tank nació en 1922 con líneas más suaves y redondeadas y han habido otras variantes con el paso de las décadas. Hoy, sigue siendo un clásico atemporal que se elige habitualmente.
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