El pasado mes de marzo, durante la celebración de Baselworld 2019, Rolex presentaba, junto a otras novedades, una nueva versión del que denominan “el reloj de alta mar”; el Oytser Perpetual Yatch-Master, ahora con un nuevo diámetro inédito de 42 mm.
Elegante, distinguido, funcional y robusto, este nuevo modelo, a semejanza del resto de relojes de la gama Yatch-Master, celebra su vinculo con el mundo de la náutica y la navegación, que se remonta a mediados del siglo pasado, cuando la firma suiza comenzó a forjar su relación con vela y que hoy se traduce en colaboraciones y patrocinios con los más prestigiosos clubs de vela, instituciones y regatas del mundo.
Dirigido a patrones, navegantes e intrépidos aventureros en su día a día, esta nueva versión es ampliamente reconocible por su bisel giratorio bidireccional con relieve en la escala numérica y está dotado de un disco Cerachrom en cerámica negra, que ofrece además una legibilidad espectacular bajo cualquier circunstancia, especialmente en la oscuridad, gracias a su visualización Chromalight.
Fabricado en oro blanco de 18 quilates, hermético hasta los 100 metros de profundidad y una reserva de marcha de 70 horas, este nuevo modelo está equipado además con un calibre 3235, a la vanguardia de la tecnología relojera y que por primera vez se monta en la gama Yatch-Master, que se suma al brazalete Oysterflex que combina robustez y fiabilidad con comodidad y estética depurada.
En definitiva, un reloj destinado a satisfacer las necesidades de cualquier distinguido marinero. Duro, exigente y con un marcado gusto por la aventura.
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