A diferencia de las cruces tradicionales con ángulos marcados, la cruz avellanada Grau se caracteriza por su forma cóncava, similar a la de una avellana. Esta peculiaridad le otorga un carácter distintivo, transmitiendo una sensación de armonía y delicadeza. Es una joya que no busca llamar la atención, sino que se funde con la piel como un suave recordatorio de la fe que la inspira. Con unas medidas de 16 mm de largo por 9 mm de ancho, esta cruz se clasifica como talla S, lo que la convierte en una pieza pequeña y discreta. Su tamaño es perfecto para llevarla como colgante en una cadena fina, permitiendo que se luzca con delicadeza sin resultar abrumadora. También es una excelente opción para combinar con otras joyas, creando composiciones personalizadas que reflejen la individualidad de quien las porta.