La gargantilla de aguamarina de Grau en oro blanco es una pieza que combina transparencia, serenidad y un refinamiento atemporal. Su protagonista es una aguamarina de 1,35 quilates en talla esmeralda, cuidadosamente seleccionada por su pureza y su tonalidad azul cristalina. Las proporciones de 8x6 realzan su elegancia geométrica y su capacidad de reflejar la luz con intensidad suave y profunda. La gema se presenta engastada con ocho grapas pulidas a mano, pensadas para ofrecer la máxima seguridad sin restar protagonismo a la belleza natural de la aguamarina. El oro blanco añade un brillo limpio y contemporáneo que enmarca la piedra con delicadeza, creando una composición equilibrada, radiante y sofisticada.