Destreza y función han sido mezclados exquisitamente en esta joya que guarda rotundamente la esencia de la firma austriaca. Empezando con su preciosa caja de 35.5 mm de acero inoxidable, embellecida con 1300 cristales Swarovski y una esfera plateada-blanca con el cisne de la firma a las 12. Su pulsera, también de acero inoxidable, consta de cierre desplegable de pulsadores y su mecanismo de cuarzo, es completado con una estanquidad de hasta 50m. La colección Crystalline de Swarvoski es minimalista, y el cristal es el protagonista, captando la luz desde todos los ángulos, dando como resultado un accesorio que va más allá del brillo común: es capaz de convertir lo cotidiano en algo realmente extraordinario.