Este reloj de pulsera ha sido creado en lo profundo de las montañas suizas, y desde 1853 se ha convertido en un icono de la marca. Consta de una caja lisa en acero inoxidable 316L de 34 mm que tiene cristal de zafiro abombado y alberga una esfera azul oscuro con acabado de rayos de sol y números romanos facetados. En su interior late el corazón del reloj T-Classic: el movimiento Powermatic 80 con Nivachron, un mecanismo automático que proporciona 80 horas de energía y antimagnetismo durante todo el día. Asimismo, posee un clásico brazalete de acero inoxidable con pulsera intercambiable y cierre de mariposa con pulsadores para lucir siempre clásica y atemporal en cualquier ocasión.