Con una caja de acero inoxidable de 38 mm, el reloj Calvin Klein es una pieza dorada esencial para tu colección de relojes. Su esfera, de un plata empolvado, irradia un resplandor tornasol que atrae todas las miradas. Pero lo que realmente capta la atención en esta pieza son los cristales incrustados en el borde de la caja, como estrellas que adornan el firmamento nocturno. Por otro lado, la pulsera, también elaborada en acero inoxidable y un toque de dorado, refleja la misma calidad y atención al detalle que la caja. Cada eslabón es una obra de ingeniería en sí mismo, y juntos, forman una pulsera que no solo es un complemento estético, sino también un testimonio de comodidad inigualable.