En un homenaje a su antecesor, este reloj G-SHOCK adopta una forma octogonal, un distintivo que también se encuentra en el modelo DW-5000C original. Sin embargo, no se trata solo de un tributo estilístico, sino de un testimonio de compromiso con la simplicidad y la robustez. Cada detalle ha sido meticulosamente diseñado para eliminar cualquier elemento superfluo y mantener una estructura que resista los embates del tiempo y el uso intensivo. Lo que realmente sorprende es su delgadez, con un perfil que apenas alcanza los 11,8 mm. ¿Cómo se logra semejante proeza de ingeniería? La respuesta está en una resina extraordinariamente rígida que incorpora fibras de carbono en la construcción de la caja de 48 mm, brindando una combinación perfecta de ligereza y durabilidad.