Forjada en oro rosa de 18 quilates, esta esclava irradia un brillo cálido y seductor que captura la luz en cada movimiento. El oro, símbolo de lujo y sofisticación, se convierte en la base perfecta para realzar la belleza de los diamantes y elevar tu estilo a nuevas alturas. Los diamantes, meticulosamente engastados en boca rusa, crean un juego de luces fascinante que hipnotiza la mirada. Cada diamante, cuidadosamente seleccionado por su pureza y brillo, aporta un toque de magia y exclusividad a esta joya Grau.