Esta esclava de oro de 18 quilates es la quintaesencia de la elegancia discreta. Su diseño sencillo, un aro liso de 5mm de grosor, se adapta a cualquier estilo y ocasión, convirtiéndola en un complemento imprescindible en cualquier joyero. La elaboración de esta pieza requiere de un proceso artesanal meticuloso. Tras fundir el oro, se le da forma y se pule hasta conseguir un acabado brillante e impecable. La ausencia de ornamentos realza la belleza natural del oro y le confiere un carácter atemporal que la convierte en una joya para toda la vida. Puedes llevarla sola para un estilo minimalista o combinarla con otras pulseras para un aire más bohemio.