Esta esclava de oro de 18 quilates Grau se define por su sencillez y elegancia atemporal. Un aro liso de 3mm de grosor, pulido a la perfección, que abraza la muñeca con delicadeza. Una joya que, a pesar de su minimalismo, no pasa desapercibida. Su elaboración artesanal requiere de un proceso meticuloso: el oro se funde y se moldea, se lima y se pule hasta conseguir un acabado brillante e impecable. La ausencia de ornamentos realza la belleza natural del metal y le confiere ese carácter atemporal que la hace ideal para cualquier ocasión.