Este medallón, elaborado en oro amarillo de 18 quilates, presenta un delicado trabajo de esmalte guilloché en color turquesa, adornado con 15 diamantes blancos redondos que suman un peso total de 0.29 quilates (G VS+). La verdadera sorpresa se revela al abrir el medallón: una pequeña gallina de oro de 18 quilates, inspirada en el legendario Huevo de Gallina Imperial de 1885, una obra maestra creada por Peter Carl Fabergé para el Zar Alejandro III. El medallón, de 22 mm de diámetro, se complementa con una cadena de oro amarillo de 18 quilates de 50 cm de longitud, adornada con una pequeña etiqueta en forma de huevo. Esta joya, más allá de su valor material, es una pieza de conversación, un objeto de deseo. Puede lucirse en ocasiones especiales o reservarse para momentos íntimos, como un recordatorio de la belleza y la artesanía excepcionales.