En el centro de cada pendiente, un zafiro, profundo y misterioso, cautiva con su intensidad azul, rodeado de diez diamantes que destellan como estrellas en una noche despejada. La estructura intrincada de cada rosetón es una obra maestra de ingeniería estética. Los diamantes, dispuestos con precisión, se convierten en pétalos que abrazan la gema central, creando una sinfonía de luz y color. Estos pendientes largos no solo adornan, sino que narran una historia de lujo y sofisticación. Cada pendiente es un testimonio del arte joyero de Grau, donde la creatividad y la maestría se entrelazan para ofrecer joyas de altísima calidad. Lleva contigo estos pendientes de Grau para destacar en cualquier ocasión con un estilo que va más allá de las tendencias, encapsulando la esencia misma de la moda.